Vivo en un apartamento, en un segundo piso. Es un apartamento pequeño, de 90 metros cuadrados y por supuesto no tiene patio. Pero me hace falta un entorno natural y movimiento de agua... ¿a quién no?
El acuario fue un buen comienzo, es natural, es agua en movimiento... pero es un ambiente sagrado, que no puedes tocar para no afectar su estabilidad. Así que después de visitar a un amigo mío que es arquitecto, vi que en una esquina de su apartamento había regado algunas piedras que adornó con plantas artificiales... era interesante, pero algo desordenado. Y a mí se me ocurrió hacerlo un poco más "avanzado". Mi solución fue coger dos listones que me sobraron y llamar a mi mujer para solicitarle un rinconcito cercano a la ventana de nuestro apartamento.
Lograda la autorización de "su majestad", me fui a Home Center y me compré una fuente de agua, por $89.000 pesos. Luego fui a un vivero y compré dos bultos de rocas de cuarzo por $15.000 pesos y me puse a la tarea de organizar mis listones.
Solo me bastó con armarlos en forma de "L" y ponerlos en una esquina, al principio los pegué con silicona, pero no hace falta, esa "L" nunca se mueve... organicé mi jardín con la fuente en un extremo; esta viene con luz y el sonido del agua es genial para una cena nocturna, además, parece que el agua tiene un efecto hipnótico, porque en los calurosos días caleños parece refrescarnos mucho.
Nuestro jardín lleva ya algunos años alegrándonos el ambiente, y me parece una buena idea, para aquellos que no cuentan con un espacio "natural" en sus viviendas.
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