Después de salir del Rancho de Amaro me fui por mi aborrajado gigante. Era un capricho ineludible, pero también un poco loco, porque estaba repleto de frijoles. Mi mujer no estaba muy de acuerdo con mi cruzada estilo “Man VS Food” pero yo tenía hambre y pocas ganas de regresar al calor de Cali. 
Llegamos a “La Casona Restaurante Bar” y no encontramos parqueadero. Me tocó dejar mi auto en una mala ubicación, bloqueando dos camionetas, con la promesa de salir a moverlo en su momento. Soy optimista y no me dejé dañar el día por esto, hay que comprender que mucha gente estaba huyendo del calor y toca colaborar.
El restaurante estaba lleno, pero conseguimos una mesa en la parte interna… justo donde no llega el viento. Ni modo.
Lo malo es que tardaron mucho en atendernos, casi veinte minutos. Al fin, la administradora nos tomó el pedido: dos Coca-Colas, unas marranitas y mi aborrajado gigante. Tardaron cinco minutos en traernos todo. El aborrajado es este, se los presento:
Es un monstruo repleto de queso doble crema, majestuoso. Quizás la atención no fue la esperada, pero este bicho hizo que valiera la pena.
Después me tomé un café y me dediqué a charlar y a esperar que mis tripas se calmaran. Regresamos a Cali a eso de las cinco de la tarde para no caer en el pesado tráfico de las seis y listo. Esa fue nuestra escapadita del domingo.
En cuanto a precios, pues debo decir que este restaurante es un poco más costoso, pero no para cortarse las venas. Si desean un poco más de frío, esta es su elección.
Aborrajado gigante = $8.200 (los vale…)
Marranitas = $1.500 (sirven dos pequeñas)
Y de paso, aquí les dejo la carta “temporal” del restaurante…
Buen día de antemano muchas gracias por visitar nuestro restaurante, nos alegra tener clientes críticos como usted ya que de esa forma podemos corregir nuestros errores y así mejorar cada día más,
ResponderEliminarAtt. Donny Ceron Gerente del restaurante La casona Dapa y desde hoy seguidor de su blog.