El año pasado me enamoré de esto:
La encontré por casualidad, navegando por Internet… no recuerdo que buscaba, pero la encontré. Es una Indian Scout 101 del año 1924 que se usaba en un “muro de la muerte” -una cesta gigante de madera, donde intrépidos motociclistas aceleraban, luchando contra algunas leyes de Newton para mantenerse adheridos a las paredes-; lo llamaban “Wall of Death”, pero esa competencia se extinguió y sobreviven pocas motos, viejas y maltrechas como la de la imagen. Al verla me imaginé una bicicleta, como aquella que vi en un desfile de Cali Viejo, en 2007 y que parecía un aborto entre una Harley y una “monareta”.
Aquí va un video:
A principios del siglo XX la Indian era una de las motos más importantes del mundo. Por muchas razones fue desbancada por la Harley Davidson, pero su legado jamas pudo extinguirse. Aquí van algunas imágenes de "muros de la muerte":
El proyecto era una bicicleta, peeeero… no tengo espacio para armar bicicletas, y tampoco un equipo de soldadura. Así que me tuve que conformar con guardar la imagen en mi archivo y tratar de olvidarla. Obviamente no pude… pero a veces el universo conspira para que las ideas vean la luz y logren materializarse. En mi caso fue una salida a Home Center para comprar un repuesto para el grifo del lavadero… y ahí me encontré con un par de llantas para buggy (o carretilla… de esas que usan los albañiles). Esas pequeñas y rechonchas ruedas me pintaron la imagen en la cabeza, así que me fui a mi laptop a jugar un poco con el Sketchup. La escala elegida es el 50%, o sencillamente 1:2.
Bueno, lo primero que aclararé es que no compré muchos materiales, el compromiso era usar chatarra y sobrantes de mi taller. Digamos que quería un proyecto de "reciclaje".
No faltará quien pregunte: ¿Funciona? ¿Para que la construiste si no funciona? ¿Puedes montarte en ella? ¿Funciona? ¿No te parece estúpido tener una minimoto que no funciona? Pues la respuesta a todas estas preguntas es esta: quería un modelo que me sirviera como referencia para construir una moto funcional a escala o una bicicleta… ya veremos. Por ahora sé que puedo construir una motocicleta con cierto parecido a la real y este trabajo me sirvió para descubrirlo.
Por supuesto, las únicas partes que no he manufacturado yo mismo fueron las ruedas. Estas son ruedas de “carretilla” de construcción (o Buggy), que me costaron alrededor de 25 dólares.
Este es el producto final:
Las motos de esa época no eran "modelos estándar" y cambiaban constantemente en cuanto a geometría y componentes. Por esa razón, no tenía que ser muy exacto en este proyecto, pero de todos modos traté de ser lo más fiel posible a las referencias fotográficas y elaboraré los planos a partir de las fotografías de estas dos motos:
Esta es la que comenzó todo... |
Esta última es la que me inspiró a construir la mía. |
Todo comienza con las imágenes de Internet. Tuve que encontrar las que me parecieron más adecuadas para elaborar un plano en el Google Sketchup. Ahí monté la foto y dibujé un croquis del modelo. Por supuesto, tuve que escalar la imagen con respecto al diámetro de las ruedas de carretilla que ya había comprado. El proceso es simple: importas la fotografía en el sketchup, dibujas las lineas del marco... y listo. Lo más importante es medir las ruedas y escalar la imagen según ese diámetro.
A partir de aquí, acopié toda mi madera. Tenía varios restos de palos de cedro de 2 cm que no fueron suficientes, pues las medidas eran irregulares. Usé el plano para conservar los mejores y tuve que comprar dos palos adicionales. Todos fueron cortados según las medidas del plano.
Vamos con imágenes:
El “tubo” que va por encima del tanque fue mi primer gran problema, pues es curvo y con el palo de cedro no iba a ser tan fácil. Al principio intenté curvarlo con agua caliente y mordazas, pero el resultado fue poco menos que mediocre. Así que decidí algo más radical: le corte varias muescas (sin seccionarlo totalmente) y al final lo curvé rompiendo un poco. Sé que esta no era la solución más adecuada, pero era sencilla y muy rápida. Además, al final todo iba a cubrirse con masillas, así que el efecto no iba a perderse.
Usé tres tipos de pegamento: cianoacrilato, pegamento epóxico de 12 horas y masilla epóxica. Primero uní las piezas con cianoacrilato y luego las cubrí con masilla. La parte de la horquilla se reforzó con pegamento epóxico (fue una pesadilla).
Estas son las partes "curvas" de la horquilla. |
Para eso usé unas laminitas de acero que aseguré con un trozo de cinta metálica, al final las uní a las piezas de madera de ciprés que ven aquí:
El marco completo era más fácil, además conté con la suerte de encontrar algunas partes muy "a propósito":
Esto es la cabeza de un cable triple de corriente para un servidor Compaq Proliant muy viejo. Quedó super bien para esta parte del marco. |
Aquí va tomando forma. |
Una vez listo el conjunto, probé las uniones y los ejes de las ruedas (realizados a partir de un resto de tubería de 5/8 para agua caliente). Hasta aquí no parece gran cosa. Paciencia.
Seguimos con el tanque, construido a partir de madera de balso de 2 y 3 mm. La construcción es similar a la de un fuselaje de aeromodelismo -en los que ya tengo experiencia- así que no me trajo mayores problemas.
Bien, a partir de aquí la cosa se divide en dos: motor y acabados finales.
Para el motor, usé varios elementos que al principio no me convencieron mucho… en primer lugar, una lata de Milo, una lata de dulces, una lata de spray que sobró del mantenimiento del refrigerador de mi madre… un casete de cinta, un par de tubos gruesos de PVC y un montón de CD’s viejos. Esta es una de las imágenes de referencia que usé para la construccion de mi motor:
No me detendré mucho en el motor, para eso confiaré en las fotos. Basta decir que fue una construcción aterradora y malagradecida, pues los CD debí cortarlos con un cautín (para no hacer ruido) y esto no fue lo mas prolijo del mundo… todo se pegó con cianoacrilato y un refuerzo de pegamento epóxico. Las partes mas precisas del carter y la transmisión se hicieron con trozos de balso pegados entre si. Usé varios repuestos viejos de aeromodelismo, como dos motores 0.49 y un tanque de avión pequeño. También algunos trozos de tubo de silicona. Aqui va mi "visión" del asunto:
Creo que al final no me quedó tan mal, estas son imágenes de referencia del motor real:
El asiento es muy simple: un trozo de lata galvanizada cortado con tijeras de aviación y recubierto con un trozo de cuero que debí adquirir a un talabartero de la zona. El infeliz me cobró diez mil pesos (5 dólares) por un pedacito ridículo…
Los acabados finales consisten en el enmasillado, la pintura base, pintura definitiva, el “decoupage”, los detalles finales y herrajes por aquí y por allá.
Con masilla para madera se cubrieron las imperfecciones y luego damos lijas de 3 granos distintos hasta la saciedad. Esto es, en mi opinión, lo peor de este tipo de trabajos. Tardee una semana en lijar todo el conjunto. La pintura base es un negro mate de “Rust-Oleum” y un negro brillante de la misma marca. Partes del motor y los rimes de las ruedas se quedaron en negro mate, el resto es brillante.
El timón es un trozo de fibra óptica que me regalaron unos instaladores de Internet en mi barrio. Gracias a ellos por el patrocinio…
Los reposapiés son laminas de balso de 2 mm pegadas entre si y cubiertas con una técnica francesa conocida como “Decoupage”, con la que también hice las decoraciones del tanque. Voy a explicarla un poco, y de paso demostraré como sirve para hacer “calcomanías caseras” muy sencillas.
Necesitamos las imágenes bajadas de Internet, escaladas al tamaño adecuado, e impresas con una impresora láser a color. Aquí no valen las impresoras de inyección de tinta. Una vez impresos los gráficos, los recortamos y los medimos. En este caso, vemos las piezas que se convertirán en los reposapiés de la moto. Pinté los bordes con marcador negro para evitar “zonas blancas” y medí muy bien los gráficos. Ahora sigue el decoupage.
Para este, uso cola blanca diluida en agua. En ella sumerjo los gráficos y espero a que queden bien impregnados con la mezcla. Finalmente, los ubico en la madera y quito el exceso de pegamento con un trapo húmedo; luego elimino posibles burbujas de aire y espero a que quede bien seco. Con la misma técnica puse el logotipo de “Indian” la chica Pin-up del costado derecho del tanque y algunas “calcomanías” para darle aspecto “racer” a la moto.
Una vez que han secado, toca barnizarlas. En mi caso usé el barniz X-22 de Tamiya.
Los resultados son muy satisfactorios y de verdad parecen calcomanías.
Hice algunos detalles como una pieza del motor y el velocímetro al estilo de Indian para darle mayor realismo. El velocímetro es un manómetro de esas maquinas dispensadoras de gaseosa, lo desarmé e imprimí un modelo de Internet con mi impresora láser. Elegí el mejor y acomodé las piezas para cambiarle el aspecto:
Esta es una pieza que va en el motor, que cambia totalmente el aspecto del mismo. Con un poco de paciencia y chatarra pude emularla sin problemas:
Una cadena de bicicleta y piñones viejos hallados en una chatarrería sirven para reforzar el efecto y un palito de globo (de esos que les dan a los niños en los parques) junto con una manija de mueble constituyeron la palanca de la transmisión.
Este es el resultado final, a la que he llamado “Charlotte”:
El resultado final es un gran ornamento para mi "cuarto de trofeos", pero no creo que me lo dejen conservar por mucho tiempo. Ahora no puedo dejar de pensar en algo más grande... y que funcione. Vamos a ver en que lío me meto...
Espero hayan disfrutado y les agradezco a todos los que se hayan inspirado en mi trabajo.
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